CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al menos ocho vehículos militares llegaron la noche del lunes pasado de manera sorpresiva a las instalaciones de la Policía Ministerial de Culiacán, Sinaloa, para revisar el armamento y tomar declaraciones como parte de la investigación sobre la emboscada en la que murieron cinco militares el pasado 30 de septiembre.
Las investigaciones involucran a mandos y agentes ministeriales de Culiacán acusados de proteger a capos del Cártel de Sinaloa.
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