CIUDAD DE MEXICO (apro).- Todo parece indicar que por un estrecho margen la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton ganará la mayoría de los votos necesarios en el Colegio Electoral norteamericano para convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Ganará, pero no vencerá. Será la triunfadora por descarte y no por entusiasmo, como ocurrió en 2008 con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca.
Clinton y el sistema político estadunidense tendrán como su principal sombra a un personaje delirante como Donald Trump, quien logró transformar en auténtica amenaza global su papel de magnate regañón de El Aprendiz, el reality show donde aprendió todos sus trucos, gestos y discurso de odio a lo largo de 14 temporadas televisivas.
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