CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La caída de Televisa parece ir de la mano con la propia caída de la popularidad de Enrique Peña Nieto — el político por el que apostó para tener mayor influencia y control-, y con una severa crisis de ingresos, de rating y de modelo empresarial.
La empresa de Emilio Azcárraga Jean informó el miércoles 30 de noviembre de severos recortes al 20 por ciento de su personal, de todos los niveles, al tiempo que confirmó cambios en su programación que implicarán la salida de los programas de entrevistas de Joaquín López Dóriga, de Adela Micha, así como la barra cómica de Víctor Trujillo, Brozo, y el de noticias financieras Los Alebrijes.
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