CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La política de “deportación sistemática” que el Instituto Nacional de Migración (INM) aplica a los migrantes centroamericanos desde la implementación del Plan Frontera Sur, en verano de 2014, “cuestiona el acceso a mecanismos de protección que deberían ser garantizados en México”, deploró la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), la cual llamó el gobierno mexicano a suspender esta política.
“Desde que el gobierno mexicano implementó el Plan Frontera Sur, la seguridad se reforzó y se incrementaron los controles y retenes, obligando los migrantes a tomar rutas más peligrosas”, aseveró Carla Denti, coordinadora médica de la organización en el país, al recordar que en una encuesta llevada a cabo en 2015, dos de cada tres migrantes atendidos por MSF reportaron que sufrieron violencia durante su tránsito por México.
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