CANCUN, Q. Roo (apro).- Tras dos días de jornadas violentas en Playa del Carmen y Cancún, con un saldo de nueve muertos, la mejor respuesta que encontró el gobierno de Carlos Joaquín fue el silencio, pues ni el fiscal, Miguel Ángel Pech Cen, ni el Ejecutivo estatal ofrecen razones sobre los ataques al club de playa Blue Parrot, en el llamado corazón de la Riviera Maya, ni a la sede la Vicefiscalía de la Zona Norte.
No obstante, el secretario de Gobierno Francisco López Mena salió al paso y afirmó que los ataques tendrían conexión, y adelantó la llegada de otros 300 efectivos de la Gendarmería, que se suman a los 400 que ya hay en la entidad.
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