CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Como a casi todo el mundo, a una gran mayoría de mexicanos le provoca molestia e irritación Donald Trump. El presidente número 45 de Estados Unidos a partir del 20 de enero, pasó rápido del discurso hostil a la afectación concreta de los intereses de México ante la contemplación de los responsables del Estado mexicano.
La mayor vulnerabilidad del país ante las nuevas fuerzas de poder en Estados Unidos no se llama Donald Trump, ni son sus nuevos halcones antimexicanos y bélicos. Son las condiciones cada vez más débiles en que han dejado al país sus gobernantes, representantes populares y responsables de hacer justicia en décadas recientes.
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