CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Juan Méndez, exrelator especial de la ONU sobre la Tortura, lamentó hoy que en marzo de 2015, cuando la Cancillería lo atacó personalmente y descalificó su informe –en el que dijo que la tortura es una “práctica generalizada” en México–, la atención se desvió hacia la disputa política y provocó que muchas de sus observaciones sobre la situación en el país se quedaran al margen.
Durante un conversatorio que protagonizó en el Museo para la Memoria y la Tolerancia, Méndez — preso político durante los años de la dictadura argentina–, urgió al gobierno mexicano a “romper el ciclo de impunidad de la tortura” y de la arbitrariedad, ya que en el país “se cuentan con los dedos de una mano los casos que se investigan”.
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