CULTURA EN LA MIRA / CINE/PERMANENCIA / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dirigida por Maren Ade, la película Silencio (Toni Erdmann: Alemania, Suiza, Austria, Rumania, 2016) es el retrato de la relación entre un padre y su hija, ambos de origen alemán, un bohemio que toma la vida como viene, con humor, y una yuppie concentrada en su carrera dentro del mundo corporativo, cargado de frivolidad y apariencias.
A su vez, estos dos personajes representan dos europas: la Europa moderna y corporativa, que hace concesiones con el bienestar de los individuos que la conforman, y la Europa cálida, hospitalaria y generosa, a pesar de sus carencias materiales, imagen que nos recuerda a las culturas latinoamericanas.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí