CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Héctor Astudillo admitió que si el gobierno federal hubiera abandonado a Guerrero, “yo no sería gobernador”, y sostuvo que nadie que en su lugar hubiera podido resistir los frecuentes embates en la entidad.
La declaración de Astudillo se da a 18 meses de que el presidente Enrique Peña Nieto echó mano de su gabinete de seguridad, que mandó a la toma de posesión del priista –el 27 de octubre de 2015–, y anunció un plan conjunto entre la Federación y el estado “para rescatar a los guerrerenses de la peor crisis de su historia”.
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