CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La aspirante de la extrema derecha al gobierno de Francia, Marine Le Pen, viajó este miércoles a la fábrica de Whirlpool en Amiens, ciudad natal del candidato de centro, Emmanuel Macron, y prometió que en caso de ser elegida, esa industria no cerrará.
En contraparte, Macron –recibido con silbidos, gritos y algunos abucheos en medio de gritos de “Marine presidenta”– lanzó: “No les diré que nacionalizaré Whirlpool. Eso no resolvería sus problemas”.
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