CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente mexicano con la menor aprobación de que se tenga registro ha podido mantener los honores para él y su esposa, a quienes por lo pronto se les está dedicando una colonia y un parque público en Tijuana, Baja California.
En su edición 2110, correspondiente al 8 de abril de este año, el semanario Proceso publicó “El narcisimo político invade las calles de México”, en el que se informó sobre calles, fraccionamientos, escuelas, mercados, parques y otros espacios públicos a los que se les ha impuesto el nombre de algún político. Entre esos casos destacaban los de Peña Nieto, su esposa y de buena parte de su gabinete.
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