CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Desde 2015, una serie de litigios mantienen en suspenso el acceso a los contratos que gobiernos estatales y municipales suscribieron con los bancos Interacciones y Banorte, ambos controlados por los banqueros de Atlacomulco, es decir, Carlos Hank, padre e hijo.
Para ellos, las elecciones o cambios en los grupos políticos son irrelevantes. Sea quien sea gobernante, en numerosos estados y municipios, les deberán dinero durante cinco, 10, 15 y hasta 25 años.
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