Feminicidios y #EleccionesEdoMex, la gota que derramó el vaso

CIUDAD DE MEXICO (apro).- Hace un año Juanita “N”, de 44 años de edad, trabajadora del Sistema para Desarrollo Integral para la Familia en Toluca, salió de su oficina y fue secuestrada en Paseo Colón y Paseo Tollocan, dos de las avenidas más transitadas de la capital del Estado de México. Ningún policía vio nada. Ninguna de las miles de cámaras de seguridad que el priista Eruviel Avila le compró a Seguritech grabó nada.

Transcurridos 52 minutos Juanita “N” apareció en un lote baldío de calzada El Pacífico. Le dieron 37 puñaladas. Le rebanaron las manos, le dieron piquetes en la garganta. Le quitaron su bolsa con pocas pertenencias. Juanita sólo alcanzó a llamar a su esposo para que acudiera en su auxilio. Demasiado tarde, falleció en el hospital.



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