CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El gobernador priista Héctor Astudillo Flores cumplió su amenaza y ordenó el despido de 176 policías estatales que iniciaron un paro laboral para exigir respeto a sus derechos laborales y demandar garantías básicas para desempeñar su labor en esta entidad.
En respuesta, los uniformados calificaron la acción del gobierno estatal como una medida arbitraria debido a que se violó su derecho de audiencia y ello representa un despido injustificado.
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