MÉXICO, D.F., 31 de marzo (proceso).- La capacidad de los mexicanos para pervertir las instituciones es enorme; siempre se encuentra la forma de sacarle la vuelta a las prohibiciones o de obtener beneficios no previstos ni buscados al diseñar y promulgar las normas. El objetivo primario de la llamada “veda electoral” era buscar la equidad en la contienda de los candidatos a un puesto de elección popular, y por eso se estableció con precisión una fecha de arranque formal de las campañas, lo que además permite una mejor fiscalización de los recursos que los candidatos utilizan; pero quienes han pretendido sacar provecho de la misma es el presidente Felipe Calderón y su gobierno, pues aprovecharon estos 43 días para intensificar la promoción de sus logros.
En el momento en que desaparecieron de los medios de comunicación los promocionales de los precandidatos a la Presidencia de la República se multiplicaron los del gobierno federal, con un costo altísimo para el erario, pues en estos momentos todos los tiempos del Estado los maneja el Instituto Federal Electoral y, por lo tanto, toda la publicidad de todas las instancias de gobierno es, en tiempo comercial, comprado con recursos públicos.
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