MÉXICO, D.F., 31 de marzo (proceso).- Durante décadas se ha diluido la posibilidad de poner en marcha cambios de fondo en el sistema educativo nacional, pese a que resultan no sólo necesarios, sino urgentes. Esto ha ocurrido por la falta de decisiones responsables, por la incapacidad para comprender la importancia que tienen la educación y los conocimientos más allá de la demagogia, por la desinformación sobre la materia que priva entre quienes han estado al frente de las medidas adoptadas respecto a la política educativa, pero también porque se han impuesto intereses distintos a los educativos. Ahora, por alguna de esas razones, se ha puesto en cuestión la primera iniciativa que tiene bajo su responsabilidad el nuevo secretario del ramo, el doctor José Ángel Córdova: la Evaluación Universal del Magisterio.
En contraste con lo que ocurre en México, estos años han sido aprovechados plenamente por otros países que, a pesar de sus muy diversos niveles de desarrollo, sí han alcanzado a impulsar transformaciones y mejoras en sus sistemas educativos, como Armenia, Inglaterra, Ghana, Jordania, India, Brasil, Singapur, Eslovenia, Corea del Sur, Finlandia, Sudáfrica y Estados Unidos, entre otros. (Ver al respecto, por ejemplo, Michael Barber and Mona Mourshed. How the World´s Best Performing School Systems come out on top. McKinsey and Company, USA, 2007). De acuerdo con los estudios que se conocen, las mejoras en el desempeño educativo en estos y países, y aun en ciudades como Shangai o Hong Kong, se han alcanzado en lapsos de menos de seis años.
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