MONTERREY, NL (apro).- Las personas que concentran su atención en las matemáticas, al grado del virtuosismo, pueden enloquecer de entusiasmo, pero también por angustia.
Un don excepcional (Gifted, 2017) expone el caso extremo de una familia de genios de las ecuaciones. La madre tuvo un IQ comparado al de Einstein. Estaba llamada a ser Premio Nobel por su mente brillante, pero su obsesión con los números le arruinó la vida. Su hija Mary (Mckeena Grace), de siete años, va en el mismo sentido, pero el tío Frank (Chris Evans), hermano de la madre genio, lo impedirá para dejar que la niña lleve una vida normal y aburrida, lejos de las disciplinas que, mal encausadas, pueden ser destructivas.
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