La impronta de la corrupción del peñismo

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ante la posibilidad de que el PRI utilice su mayoría simple en el Senado para imponer a Raúl Cervantes como el primer fiscal general de la Nación para un periodo de nueve años, organizaciones sociales han elaborado una propuesta para rediseñar de fondo el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), la puerta de salida del gobierno de Enrique Peña para enfrentar los escándalos que han marcado a su gobierno y a su partido.

Aunque la corrupción permea a todas las fuerzas políticas, como partido en el poder el PRI es el más interesado en asegurar impunidad ante casos como Odebrecht, OHL, el socavón, Javier Duarte o Roberto Borge, por mencionar sólo los más recientes escándalos que han abonado a la impronta de la corrupción durante el gobierno de Peña Nieto.



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