CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los desastres naturales siempre dejan al descubierto los espacios trágicos de la pobreza. Las historias de los pobres son parecidas en su dolor y en su desamparo, viejas carencias llevaderas a fuerza de costumbre que, el día del desastre, se suman todas para el irremediable lamento colectivo.
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