Mirilla Internacional
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En 2015 el mundo presenció un fenómeno migratorio con tintes dantescos: decenas de miles de miembros de la minoría musulmana rohingya, provenientes de Myanmar, flotaban a la deriva hacinados en destartaladas barcazas en las aguas del Índico, porque ningún país de la zona los quería recibir. Hambrientos, deshidratados, muchos murieron, otros fueron asesinados y algunos más se suicidaron.
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