El voto de castigo

Columna: #MemoriaPública

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cuando PAN y PRD comenzaron a negociar la integración del Frente Amplio Opositor, que después llamaron Frente Ciudadano por México con el arribo del Movimiento Ciudadano, el PRI fue el partido más feliz. Era evidente que al final no era al que afectaría la alianza política, sino a los propios partidos que lo integraron pues la pelea interna por la candidatura presidencial acabaría con ese acuerdo políticamente pragmático, pero ideológicamente contradictorio.



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí