EJE SUR
BOGOTÁ (apro).- Las movilizaciones de campesinos cocaleros que esta semana se realizan en Colombia no sólo expresan el creciente descontento de miles de humildes jornaleros por la lentitud con que está aplicando el gobierno el programa de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, sino algo más grave aún: el alto costo social que tiene en este país la nueva guerra antidrogas de Estados Unidos.
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