“Sobre y tras una historia pavorosa”

CIUDAD DE MEXICO (apro).- Horrendos humanos, verdugos de los de mi especie: les escribe el representante de las víctimas del día más siniestro en el que somos los involuntarios y trágicos protagonistas, el denominado Día de Acción de Gracias, fiesta tradicional de los USA, que se celebra todos los años el cuarto jueves de noviembre; día en que, según los cálculos de los que dicen que saben del tema, últimamente se sacrifican y devoran alrededor de 45 millones de los nuestros; ¿sabrán los estadunidenses del común que el pavo silvestre mexicano es el antepasado de todas las especies de corral?… nación que tantos de ellos miran con desconfianza… ¿o será por ello que lo comen con tanta avidez?… nada más pregunto, porque me parece que ese hecho tiene profundos significados.

Para ustedes, los pavicidas, que ya lo sabían pero lo han olvidado o de plano lo ignoran, les recordaré algunos datos, de esos que dicen que saben del tema, ya nombrados más arriba: la primera fecha conocida del Día de Acción de Gracias tuvo lugar en Massachusetts, en el año de 1621, donde los puritanos ofrecieron una comida de agradecimiento a una tribu de indios por haberlos ayudado a no morir de hambre el año anterior al ofrecerles alimentos para sobrevivir, enseñando a sembrar maíz y calabaza, lugares de pesca, etcétera (noble rasgo, sí… pero piensen en el trato posterior que los blancos colonos, ya como nación… y aún antes… dieron a los indios. Con razón los pueblos indígenas estadunidenses ese día es un acontecimiento memorable y lo denominan Día Nacional de Luto de los Indios Nativos Americanos).



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