CIUDAD DE MÉXICO (apro).—A través de una misiva, el cardenal Norberto Rivera Carrera, a quien el Papa Francisco le acaba de aceptar su renuncia como arzobispo primado de México, se despidió de su feligresía pidiendo perdón por sus “debilidades y omisiones”, así como por las ofensas que hizo a lo largo de los 22 años en que desempeñó ese cargo.
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