CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Si los militares fueran el inicio de la solución como argumentan los promotores de la Ley de Seguridad Interior, hace rato que la delincuencia organizada ya habría sido contenida.
Desde que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló en 1996 su participación en labores de seguridad pública, soldados y marinos se han convertido en parte del problema.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí