CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Aunque los diputados del PRI y sus aliados del Panal y el PVEM no conseguían la mayoría necesaria para aprobar por sí mismos la controvertida Ley de Seguridad Interior, utilizaron la división de los partidos de la coalición Por México al Frente y los retorcidos acuerdos y diferencias electorales de Morena y el PES para imponerla, igual que la consulta sobre el Mando Único Policial.
Aun así, panistas y morenistas se preparan para impugnar ante la Suprema Corte una votación que pasó por legal mediante las cuentas mágicas del presidente de la mesa directiva.
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