MÉXICO, D.F., 26 de mayo (apro).- En estos días se celebran 20 años de la constitución del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) como una asociación civil sin fines de lucro. La exigencia de servicios legales de interrupción del embarazo tiene una larga y compleja historia, que data de los años 30 del siglo XX, cuando las feministas de entonces argumentaban que el problema del aborto era competencia de la salubridad pública y no del derecho penal. A partir del resurgimiento del movimiento en los años 70, con el activismo de los grupos unidos en la Coalición de Mujeres Feministas, surgió la propuesta de “legalización” del aborto. Desde 1976, cuando las feministas acudimos por primera vez a la Cámara de Diputados, hasta 2007, cuando se logró la despenalización, la demanda se convirtió en un reclamo de cada vez más extensos sectores sociales. Y fueron muchas voluntades, personas y organizaciones las que confluyeron para obtener la tan necesaria reforma a la ley.
Sin regatearle a nadie su decidida y valiosa colaboración, el GIRE jugó un papel sustantivo en este proceso. Desarrolló una estrategia de intervención ciudadana, estructurada en torno a tres ideas: 1) Introducir una nueva forma de hablar sobre el aborto; 2) Ofrecer información rigurosa y confiable a tomadores de decisiones (funcionarios, diputados), a informadores y periodistas, y a médicos y abogados; y 3) Hacer visibles a otros grupos sociales que coincidían con la demanda de despenalizar el aborto.
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