La posverdad: distorsión de lo real

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para definir propuestas como las hechas este año en el Museo Universitario de Artes y Ciencias (MUAC) por la estadunidense Jill Magid, al exhumar las cenizas del arquitecto tapatío Luis Barragán y hacer con una porción de ellas un diamante artificial; o la del artista Gabriel Orozco con su proyecto Oroxxo en la galería Kurimanzuto, la crítica de arte del semanario Proceso, Blanca González Rosas, utilizó la palabra posverdad.

“Bien puede denominarse arte posverdad, arte de la posverdad o posarte”, señaló en abril pasado, y advirtió:



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí