CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Telmex, considerada “la joya” del imperio construido por Carlos Slim desde la privatización en 1990, y su subsidiaria Teléfonos del Noroeste (Telnor) deberán escindirse en un plazo de dos años para dar pie a la creación de dos empresas distintas: una que les dará servicios mayoristas a sus propios competidores, y otra que seguirá dando servicio a los usuarios finales, según la resolución del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), divulgada el pasado lunes 5.
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