CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Sorteó las dolencias con que la vida castigó su cuerpo desde pequeña y fue a través de su canto generoso en sentimientos de blues angelical, arte optimista y lleno de frescura, como la siempre sonriente Betsy Pecanins logró salir victoriosa hasta el suspiro final.
“Para mí fue una de las relaciones más profundas que he tenido en mi vida pues trabajé con ella desde 1987”, rememora Felipe Souza, nacido el 26 de enero de 1965, quien ha tocado la guitarra eléctrica para ella aún tras fallecer Betsy el 13 de diciembre de 2016.
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