Condenados al horror

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En días de campaña presidencial todo acto de horror puede ser minimizado, reducido, marginado al lugar de las cuestiones secundarias. Son días de polarización, donde el miedo se materializa en acicate discursivo, basamento de la propaganda, manipulación indispensable para incidir en la intención de los votantes.



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