CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La inusual incursión en el proceso electoral de Germán Larrea Mota Velasco, presidente de Grupo México, tuvo como respuesta de Andrés Manuel López Obrador el balance de la riqueza del magnate, los desastres de sus empresas y la impunidad que le han garantizado los gobiernos, pero el tabasqueño terminó ofreciéndole su perdón.
Discreto y físicamente desconocido hasta que en 2014 la Presidencia de la República difundió su fotografía, Germán Larrea es el segundo hombre más rico de México, pero también el más reservado, y nunca había incursionado en un proceso electoral de manera tan abierta como hoy, al darse a conocer que envió una misiva a sus empleados alertándoles sobre el “peligro” de un “modelo populista”.
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