CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A unos meses de que se cumplan tres años del ataque militar a la comunidad de Santa María Ostula, en el municipio de Aquila Michoacán, Emilia García Carmona, madre del menor Edilberto Reyes, muerto por una bala que le atravesó la cabeza, el 19 de julio de 2015, aún no encuentra consuelo.
Ella y su esposo Miguel, así como familiares de algunos de los diez comuneros que resultaron lesionados por los disparos castrenses, continúan en su lucha por justicia, por lo que este martes acudieron a las oficinas de la Procuraduría General de la República, Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
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