Italia: el populismo y la xenofobia vuelven al poder

ROMA (apro).- Veintinueve de mayo. Cinco de la tarde. El presidente italiano Sergio Mattarella lleva reunido media hora con Carlo Cottarelli, el hombre elegido por el propio jefe del Estado para intentar formar un gobierno. Se encuentran en el palacio del Quirinal, sede de la presidencia italiana.

El programa establecido por Mattarella avanza sin obstáculos. O eso parece. Está previsto que Cottarelli, economista y exfuncionario del Fondo Monetario Internacional (FMI), presente la lista de ministros que deberá dar vida al sexagésimo quinto gobierno de Italia. Es la última solución elegida por el presidente para sacar al país –aunque sea provisionalmente– de la parálisis política en la que se encuentra desde marzo, cuando las elecciones acabaron sin un claro ganador.



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