CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Poco antes del arranque de las campañas electorales, el Gobierno de la Ciudad de México comenzó a realizar inusuales ajustes y a crear nuevos niveles en el tabulador salarial vigente de la burocracia capitalina, pero los beneficios de estos movimientos no alcanzaron a toda la base trabajadora; se quedaron en unas cuantas manos: en las de los dirigentes de las 42 seccionales del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX) y en las de familiares o personajes afines a ellos.
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