La doble cara de México

CIUDAD DE MEXICO (proceso).- El gobierno mexicano aplica en casa lo que repudia en Estados Unidos: de enero de 2013 a la fecha deportó diariamente a un promedio de 21 indocumentados menores de 12 años, amontonó a decenas de personas en celdas de centros de detención –a veces insalubres, sin luz ni agua– e incurrió en malos tratos, incluidos actos de tortura física y psicológica.

En violación de sus compromisos internacionales y de la propia Ley de Migración, las autoridades mexicanas detienen y deportan de manera casi sistemática a los migrantes adultos y niños originarios del triángulo norte de Centroamérica –quienes tienen como destino final Estados Unidos–, sin que importe el llamado “interés superior de la niñez” ni el principio de no devolución.



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