Para AMLO no debe haber período de gracia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La secuencia de actos culmina en una enorme celebración. Siete meses, desde que inició formalmente la vorágine, dan cuenta del ascenso que las encuestas reflejan con anticipación pero que, en este país, donde se desconfía de todo porque todo ha sido casi siempre un engaño, impiden la claridad inicial, que se va confirmando en una cascada de acontecimientos la noche del 1 de julio.

Es un fenómeno y eso sí se sabe, por lo que no es propio decir que en esos meses se construyó. Viene de lejos. De las luchas por la democracia que sabíamos inmolación en tiempos de hegemonía. Del inspirador, épico, “Éxodo por la Democracia”, que ocurrió cuando muchos éramos niños, y para una enorme porción del electorado, si acaso, referencia histórica de los tiempos convulsos con aspiraciones democráticas… porque hace 30 años que el fenómeno arrancó desde la caliente y húmeda Chontalpa.



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