De qué se va a enterar el próximo presidente

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La insistencia de acabar con el espionaje político es una buena oferta de campaña. En el ejercicio del gobierno, la intervención de las comunicaciones y el seguimiento es una práctica cotidiana en el mundo. Es un hecho, no una voluntad. La diferencia está en los objetivos y lo que se hace con la información obtenida.

 



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí