Más vigente que nunca, el estudio de las revoluciones: Enrique Semo

-SUPLEMENTO CULTURA EN LA MIRA– COLUMNA DE PATRIMONIO/MÁS QUE PIEDRAS — CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace 66 años, el entonces director del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el historiador, periodista y agrónomo Rafael García Granados, apoyó la iniciativa del investigador José María Luján, especialista en porfirismo, de rescatar los documentos y testimonios sobre la Revolución Mexicana.

A fines de 1952, los dos presentaron el planteamiento al presidente Adolfo Ruiz Cortines, “último presidente que participó en el proyecto revolucionario”, quien aceptó la iniciativa y encargó su realización al investigador, también de la UNAM, Salvador Azuela, quien consideró que, además de recopilar la documentación, se requería el estudio de todo el proceso revolucionario, “origen y fundamento de todo el siglo XX”.



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