MONTERREY, NL. (apro).- Ramiro Salas Ramos era un estudiante becado por excelencia académica. Cursaba una maestría cuando, el día 4 de abril de 1978, salió de su casa y sus familiares no lo volvieron a ver.
Cuatro décadas después, su hermana Ana María, lo sigue buscando. Así como sus padres murieron con la certeza de que estaba vivo, ella aún cree lo mismo y demanda al Gobierno Federal que se lo entregue.
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