CIUDAD DE MÉXICO (apro).—El jefe del gobierno capitalino, José Ramón Amieva, reiteró que el ataque a la casa del cardenal Norberto Rivera Carrera fue “directo”, y que incluso los agresores llegaron con las “armas desenfundadas”, pues sabían que el cardenal tenía guardias armados con los que tenían que enfrentarse.
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