José Mauro González-Luna Mendoza / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Alarma sin duda la forma en que algunos editorialistas e intelectuales abordan el tema de la decisión tomada por el poder Ejecutivo entrante de cancelar la obra del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM), a raíz del resultado arrojado por la consulta popular convocada para que el pueblo eligiera entre Texcoco o Santa Lucía. El análisis que hacen ellos es en unos casos ingenuo, en otros, zalamero, y en ambos, superficial en extremo.
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