CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el segundo día de la operación del albergue para los migrantes centroamericanos, instalado en el estadio Jesús Martínez “Palillo”, de la Magdalena Mixhuca, a donde llegaron más de dos mil personas, imperó el desorden y la falta de coordinación de las autoridades capitalinas, al grado que algunas personas solo recibieron un bolillo o una naranja y agua como desayuno.
La ausencia de organización la hizo evidente personal de la Cruz Roja Internacional, quien criticó la falta de un puesto de mando para coordinar todas las acciones de ayuda, además de que no se siguen los protocolos para atención a los migrantes.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí