MANAGUA (proceso).- En 1967, a sus 11 años Carlos Fernando Chamorro oyó tocar el timbre de su casa; al abrir la puerta se encontró con un oficial de la Guardia Nacional que llegó preguntando por Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, su padre, director del diario La Prensa y coordinador de la Unión Nacional Opositora, que luchaba contra la dictadura de Anastasio Somoza.
Chamorro Cardenal salió. Sabía que el oficial iba a detenerlo por órdenes del dictador Anastasio Somoza Debayle, por haber organizado una masiva marcha de la oposición, 48 horas antes, que derivó en la masacre del 22 de enero, una de las peores páginas de la historia nicaragüense.
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