XALAPA, Ver. (apro).- Esposado de ambas manos y vestido con el uniforme naranja que utilizan los prisioneros en Veracruz, el exfiscal Luis Ángel Bravo Contreras, acusado de desaparición forzada, dijo que “con artimañas jurídicas” y “chicanadas”, su sucesor, Jorge Winckler Ortiz, lo mantiene en la cárcel desde el verano de 2018.
En el trayecto de la Sala de Juicios Orales del Poder Judicial al penal de Pacho Viejo, Bravo Contreras dijo a representantes de los medios de comunicación que Winckler impidió la audiencia de revisión de medidas cautelares, donde su defensa preveía que saliera de prisión y continuara su proceso penal en libertad.
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