CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En todo el mundo se le conoce como revolving door: es el fenómeno mediante el cual funcionarios de alto rango de algún gobierno son contratados, luego de terminar su encargo público, por grandes empresas a las que pudieron haber beneficiado o que se beneficiarán de sus conocimientos e influencias. México es un escandaloso ejemplo de ese tipo: además de muchos secretarios de Estado y directores de paraestatales, tres expresidentes han aprovechado muy bien esas puertas giratorias.
Al dejar sus tareas gubernamentales, tres expresidentes y más de 30 exfuncionarios –desde secretarios de Estado a directores de paraestatales o de la banca de desarrollo– hallaron acomodo en empresas relacionadas con los sectores que atendieron a su paso por la administración pública.
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