CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Mario Aburto no asesinó a Luis Donaldo Colosio por iniciativa propia: “alguien se lo ordenó”.
Eso creía 80% de los mexicanos casi inmediatamente después del asesinato cometido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, contra el candidato del PRI a la Presidencia de México.
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