MONTERREY, N.L., 16 de octubre (apro).- La directiva de Tigres se quejó de la represión que sufrieron sus aficionados que el sábado pasado fueron desalojados con violencia del estadio Nou Camp, de León, minutos antes de que concluyera el encuentro contra los esmeraldas.
Las imágenes de televisión mostraron a policías municipales de la ciudad guanajuatense golpeando a los seguidores de la Universidad de Nuevo León que hicieron el viaje para alentar a su equipo que cayó 2-0.
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