CIUDAD DE MÉXICO (apro). – La culminación del proceso de aprobación de la reforma laboral, que inició en 2017 y terminó en 2019, es una conquista histórica para los trabajadores, misma que comenzó hace más de 50 años para luchadores sociales como Demetrio Vallejo, Othón Sánchez y Rafael Galván, quienes ya murieron, y por Alfredo Domínguez Araujo, Benedicto Martínez, Carlos Sánchez, Graciela Bensusán y Ben Davis, éste último de la AFL-CIO, quienes aún siguen luchando por la democracia sindical.
Es más, para la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, los ejes fundamentales de la iniciativa a la Ley Federal del Trabajo (LFT) son: libertad y democracia sindical, impulso a un nuevo modelo de distribución y fortalecimiento del mercado interno por la vía de la mejora salarial, un nuevo sistema de justicia laboral, más ágil y expedito, fundado en el respeto al Estado de Derecho; la auténtica negociación colectiva que permitirá un diálogo sano entre empleadores y trabajadores y, finalmente, el combate a la corrupción y a la extorsión sindical.
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