CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Contra todos los pronósticos, Liverpool remontó una eliminatoria que parecía imposible: eliminó al Barcelona en el juego de vuelta, con todo y Messi, con goleada de 4-0 (4-3 el global) con dobletes de Wijnaldum y de Origi para regresar a una final de la Champions League 34 años después.
Por las ausencias de Mohamed Salah y Firmino, por lesión, y con una desventaja en el marcador global de 3-0, todo hacía indicar que los azulgranas tenían la situación controlada.
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